"Ahora como que somos más superficiales, sino nos contestan el Whatsapp rápido pensamos que nos están engañando o que no les importamos,  hacemos suposiciones menos exactas a la velocidad del delirio. Si una persona nos deja en visto pasamos a la que nos contesta más rápido y esa persona de pronto nos pierde el interés y así nos vamos creando un tránsito de pasajes que nos hiere y hiere en el ego, que nos hace suponer que nadie es para nosotros. Pero es que ya no nos damos el tiempo de recorrer la ciudad para llegar a la casa de la persona amada, ya no nos damos el momento de cruzar la avenida comiendo un helado o de intentar robar un beso que nos deje suspirando balas. La distancia es la esperanza y el dinero el redentor. Como que ya nadie quiere disponer el tiempo para amar y los que lo disponen se encuentran con gente llevada por la obesidad vanidosa de los que se dedican más a ver la pantalla del celular que buscar el pretexto para encontrarse frente a frente con la sinceridad de una mirada."