Si culpas a otro, te vuelves testarudo y dices que nunca lo perdonarás. Pero si te culpas a ti mismo, puedes no hacerle caso ya que no hay nada que puedas hacer. Y de esa forma no te enfadas.
Si culpas a otro, te vuelves testarudo y dices que nunca lo perdonarás. Pero si te culpas a ti mismo, puedes no hacerle caso ya que no hay nada que puedas hacer. Y de esa forma no te enfadas.
— Como controlas a tus demonios, para no hacerle daño a alguien que quieres?.— pregunta en el un débil susurro mientras ven el atardecer caer detrás de los grandes árboles frente a ellos.
— Matandolos.— contesto sin titubear.