Con las manos aún temblorosas, Jimin agarró el anillo de la cajita abierta que le mostraba Yoongi, para ponérselo en su dedo anular, mientras observaba la belleza de este.— Min, Min, Min, te amo, te amo tanto, formaremos la más hermosa familia, seremos la pareja más feliz del universo. Ahora, levántate de ahí, que te voy a besar como si fuese el último día de mi vida.— Proclamó el rubio entre leves carcajeos, mientras las lágrimas de felicidad aún salían, pues no podía creer lo que estaba pasando. Sería todo como en su sueño, pues todo lo que ocurría entre Yoongi y él para Jimin era como un sueño bello del que no quería despertar.