se detiene en seco, cruzándose de brazos al ver al otro ──── tch ahí estás de nuevo, siempre tan molesto ── su tono es mordaz, pero sus ojos se mantienen fijos en los contrarios, como si evaluara cada detalle ──── ¿qué? ¿creías que ibas a estar aquí solo por mucho tiempo? como si dejaría que alguien tan torpe como tú se las arreglara por su cuenta ──── aunque su expresión es de fastidio, es claro que tiene bajo control la situación.
──── ¿kirishima? hmph, ese idiota está bien ── de repente, sus manos comienzan a chisporrotear levemente, en un gesto inconsciente, mientras su ceño se frunce aún más ──── tú preocúpate por no hacer ninguna tontería, ¿entendido? no vine aquí para estar jugando ── avanza un par de pasos hacia él, acercándose de manera intimidante, aunque su intención no sea realmente agresiva ──── y deja de hablar tanto ¡nos largamos de aquí!