Te lo dije mil veces, yo no busco ser tu amigo, y ahora tampoco ser tu dueño, hoy rezo al olvido, para que arranque tu recuerdo de mi garganta, porque no quiero volver a pronunciar tu nombre vacio y sordo, porque ya jugaste conmigo, te di ese gusto, pero no sere mas tu juguete, ni tu segunda opcion, mucho menos tu exnovio, ahora, dejame, estoy de luto, porque enviude hace poco, y me recuerdas a aquella mujer que tuve que matar y sepultar en lo mas oscuro de mi pensamiento, adios