No por elección, sino por destino.
Porque había tormentas que solo la palabra podía calmar
y heridas que solo un verso podía nombrar.
Escribo porque siento demasiado,
porque el silencio me habla
y las miradas perdidas me susurran historias que nadie más escucha.
Mis personajes no siempre son héroes,
pero siempre son verdad.
Cada historia que comparto
es un pedazo de alma,
una cicatriz hecha poema,
una fantasía que se atrevió a soñar más allá del papel.
Si has llegado hasta aquí,
quizás también lleves un universo escondido entre costillas.
Quizás también busques en los libros
lo que no encontraste en la realidad.

Bienvenid@ a mi mundo,
donde lo imposible respira,
el amor duele bonito
y la oscuridad también sabe ser arte.

🖤 Gracias por leerme. Aquí, cada palabra es un latido.