Briseida solía apodarse la Galerna bella, debido a la hermosura de su rostro y cuerpo, también por enorgullecerse de su desempeño con la magia de elemento viento. La belleza de su ser le sirvió para llevarse a la cama a quien quisiera, por eso también, a voz baja, solían llamarla la Ramera bella.
Lo anterior fueron exageraciones dadas por los racistas, ya que por un lado, conocedora del estilo de vida de los Guardianes, no quería entablar una relación larga con alguien que podría morir en alguna misión y por otra parte, ella tenía gustos por Guardianes de alto poder, además, si el elegido no quería, ella cedía al tiempo y se alejaba, no sin antes mostrar sonrisas seductoras y dar frotes de pecho en brazos u espalda
Más allá de dormir en camas distintas y con distintos compañeros de lecho, Briseida pasó desapercibida en sus años como Guardiana. Era bonita, sí, nadie lo negaba, pero no era la única mujer hermosa entre sus filas. Contaba con buen poderío en la magia de elemento aire, pero no era la única eficiente en eso. Las capacidades de combate y su manejo con la espada, también eran respetables, pero otros fueron mejores que ella en este punto.
Briseida no fue la mejor ni la peor como Guardiana y a pesar del éxito en las misiones cumplidas, su nombre siempre quedó relegado. Lo anterior, más los peligros de su vida y cierto desdén que se ganó por parte de algunos compañeros, le hicieron tomar la decisión de desertar.
La Rebelión que les dio renombre a personajes como Clayton y Carporforo, fue el escenario que Briseida usó para escapar. En una misión encarando a un poderoso enemigo, su escuadrón fue exterminado y ella logró huir, escapando de sus perseguidores y de su vida como Guardiana.