Creo que una de las cosas más difíciles del duelo es que aunque pasa el tiempo sigues sin razonar que esa persona que tanto amas se fue para siempre. Sientes que te arrancaron un trozo de corazón y tienes una herida en él que, da igual lo que hagas, nunca va a sanar, porque para que sane esa persona tiene que volver a tu vida y eso es imposible.
Hoy es una de esas tantas veces que he llorado porque extraño a mi mami con toda mi alma. Era demasiado joven, sigo siendo demasiado joven para estar viviendo sin una figura materna, sin la persona que más amo y amaré en este mundo, sin el amor de mi vida.
La amo tanto que cuando me acuerdo de ella me falla el aire, se me olvida de respirar, es como si me hubieran arrancado la mitad del corazón de una sola vez y haga lo que haga sé que nunca podré restaurar ese vacío. No hay nadie en este mundo a quien pueda amar con la misma intensidad con la que la amaba a ella.