Realmente no debí acostumbrarme a ti, eras mi lugar seguro y te amaba, claramente no de manera romántica, la amistad que sentía hacía ti y la conexión era fuerte para mi, llegaste a ser importante.
No debí acostumbrarme a nada de ti, fuimos cercanos poco tiempo, tiempo que anhelo y recuerdo con cariño; ahora mismo debo hacerme sentir indiferente hacia ti y hacer pensar a las personas que ahora eres un simple recuerdo sombrío.
Llegaste a protegerme incluso de mi misma, me hiciste sentir querida en ese pequeño lapso en el que me sentí desmoronada y muchas cosas lindas más hiciste por mí, lo agradezco, a pesar de que sea algo que se marchitó hace algo de tiempo, siempre te voy a agradecer.
Ni siquiera pude despedirme de ti, quién lo diría que el último día que conversamos discutí por tremenda ridiculez, no me lo perdono.
Prometiste quedarte a mi lado, no lo hiciste, lo entiendo era bastante inestable y solía estar mal, te hice cargo de problemas con los que yo no podía lidiar y aún así estuviste conmigo hasta que no pudiste, siento ser una carga para ti en ese momento.
No se que fue lo que hice, pero de verdad lo lamento, una persona tan dulce como tú no merece mal alguno y de una u otra manera yo te ocasione daño, perdón.