Fue un hermoso reflejo de mar aquel verano, el que me hizo comprender cuanto amaba la belleza de las cosas; su brillo, su calor, su delicada existencia, todo conspirando para brindar deleite y emoción. Terriblemente horrible por otro lado fue no darme cuenta que ese destello no era tan grande como se anunciaba, y solo se limitaba a ser un fragmento del basto mar que he amado con todo mi ser.
Era solo un reflejo de mi amor, que reaccionaba mi acción, que sentía a mi sentir, que brillaba solo porque estaba junto a mi, pero que por su voluntad no era nada más que lo que le decían ser.
Hermoso reflejo, ¿No ves acaso que tu corazón no debe temer ante lo inevitable?
Yo se que no fue el mar tu primera elección para brillar, tu anhelas al alto cielo, y la inmensidad.
¿No ves que el mar siempre lo supo y solo deseaba ver que tanto podrías tomar de él?
Terrible reflejo, ¿Que piensas hacer? el mar solo puede sentir la música y los ecos de su soledad, su corazón está perdido en la profundidad.
Sabe que deseas más y deber ir tras ello, debes ir tras el cielo y quién despierte en ti el deseo de materializar tu esencia, con honestidad y no por temor.
Sabes que es verdad. No tomes algo que sabes lo haces por temor a la necesidad y no por amor.
Promesas y palabras que hieren y pesan a pesar del vacío de su interior.
Fue un hermoso reflejo de mar aquel verano, que me hizo comprender…
Que he deseado engañar a mi corazón, y convencerlo de que puedo amar sin ser amada, pero, este se rehusa a escuchar la insoportable mentira.
No pudiste mentirme, sólo deseé creer un momento, un instante que duró años.