Él es especial, él realmente significa algo, pero nadie puede verlo.
¿La razón? Simple, las personas intentan convencerse que son especiales, así que cuando les demuestras que no lo son, explotan.
Y eso es lo que él representa, sólo existe para restarle importancia a la existencia de los demás, sus vidas, su carácter, sus decisiones, sus pensamientos, sentimientos.
Según los especialistas, es una anomalía en el aparato visual y un problema en la retención de recuerdos, esto le llevó a la incapacidad de formar una identidad.
En resumen, él no tiene identidad ya que es incapaz de recordar momentos propios de su vida.
La única forma en la que puede pensar o sentir es observando a las personas, pero al hacerlo, realiza una copia de ellos en sí mismo.
Los recuerdos ajenos se vuelven suyos, sus pensamientos lo acompañan y sus sentimientos lo abruman.
Se apropia la identidad ajena. Para poder sentir algo, para tener alguna razón de existir.
Es una hoja en blanco en la que cualquiera puede escribir su historia.
Porque la piel que lo cubre no le pertenece.
Así nació.
La verdad es que nadie quiere una copia de sí mismos, nadie quiere saber que unos cuantos recuerdos definen lo que eres.
Nadie quiere saber que no resultas ser especial, sólo una acumulación de hechos y decisiones.
Una representación de causa y efecto.
Por naturaleza, las personas que lo rodean le odian, y no los culpo.
Sin embargo, yo opino que odiarlo es un desperdicio y un grave error, porque ante mis ojos su patología resulta maravillosa.