Traicionado, el corazón se siente roto, como un espejo caído al suelo frío, cada pedazo refleja un recuerdo remoto, de un tiempo en que el amor no era un desafío.
Traicionado, por promesas que se llevó el viento, por palabras que se esfumaron con el tiempo, la confianza, una flor que perdió su aliento, en el jardín del olvido y el lamento.
Traicionado, y aún así, el alma persiste, buscando sanar, buscando volver a confiar, aunque el eco de la traición aún existe, y la sombra de la duda parece no marchar.