Me encantaría expresar con mis palabras todo aquello que me ha hecho llorar. Plasmarlo para luego retenerlo en algún lugar y así asegurarme que jamás se perderá en ningún rincón oscuro de mi mente. Tengo miedo, miedo de olvidarme de las pequeñas cosas que solemos ignorar fácilmente y sabemos que sin ellas no seríamos quienes somos hoy en día. Aunque fuera una pequeña advertencia o un suspiro proveniente de la persona a la que más amamos. Puede ser la respiración calmada de la persona que este justo al lado nuestro o una simple palabra que nos haga soltar alguna que otra lagrima. A veces resulta inefable y me frustro al no encontrar las palabras exactas para describirlo. 

Para mí, una palabra puede tener el mismo poder de una fotografía. Esa magia que tenemos los humanos de que; gracias a un color, un paisaje, una foto o un libro  nos hagan volver a sentir lo que sentimos alguna vez, es simplemente fascinante. Sé que nunca encontrare la armonía perfecta en esta frecuencia de letras, pero me sirve para expresar las grandes fantasías de mi inmensurable imaginación.