TierraMojada

Ya, solo me faltaba estar acá para decirte: feliz cumpleaños. 
          	Aunque ahora mismo volver a esos lugares en donde la vida nos abrazó resulta doloroso. Aunque te vea en mis sueños.
          	Aunque solo vivas en mi memoria.
          	
          	Te extraño.

TierraMojada

Ya, solo me faltaba estar acá para decirte: feliz cumpleaños. 
          Aunque ahora mismo volver a esos lugares en donde la vida nos abrazó resulta doloroso. Aunque te vea en mis sueños.
          Aunque solo vivas en mi memoria.
          
          Te extraño.

TierraMojada

Pasear por el patio de la Pachamama es muy diferente a salir a correr al aire libre, porque donde la madre tierra está, las hojas susurran canciones de amor y las flores bailan al compás de un incesante zumbido de abeja. 
          No hay calor ni frío, no hay tiempo en el patio de Agosto. 
          Cuando estás ahí adentro parece ser que el mundo dejó de girar, que las personas nos redujimos a sueños y que esos sueños revolotean por el aire. 
          Se siente bien estar ahí.
          Como si todo lo que demos nos será devuelto multiplicado, parece hablarnos el suelo, acariciarnos el viento, formarnos el agua que cae del cielo.
          
          Por un momento, de hecho, parece que de esto estuviésemos compuestos. De madre tierra y de sueños.

TierraMojada

Por el aire mojado ascendía de la hierba pajiza y la tierra enlodada, llena de charcos, un olor picante, que a Pedrito lo alegraba. Abriendo las narices, aspiró esa fragancia a agua, tierra y raíces que, luego de una tormenta, parecía desgraviar al mundo, tranquilizar a quienes habían temido, bajo las trombas y los truenos, que la vida se acabara en un cataclismo.
          
          MARIO VARGAS LLOSA 
          "Lituma en los Andes".