En un libro uno aprende que la Segunda Guerra Mundial se basaba en la idea de Hitler, que un paciente tetrapléjico C5/C6 está mas grave que uno C11/C12 y que la "n" va con la "v" y que la "m" con la "b".
En una novela uno piensa que el amor nace con una mirada, que el amor es incondicional y que la chica ingenua cree poder curar las cicatrices del chico malo. 
En una película uno entiende que los efectos son mejores que la trama en si, que los problemas duran dos horas y que solamente valen las historias emocionantes, por que nadie se va a sentar para ver la vida cotidiana de su vecino de al lado.
En una obra uno asimila que las personas entran y salen de tu vida dependiendo de un simple telón, que una persona puede abarcar mil personalidades y que durante el tiempo que dure el mundo se reduce en el actor y el espectador. 
Pero lamentablemente la vida no es así.
En el jardín de infantes uno aprende que ser bueno se basa en compartir con los demás.
En la primaria a uno le hacen entender que estudiar es fundamental para vivir.
En la secundaria uno asimila que nada de lo que enseñaron en el jardín o la primaria vale una mierda.
Pero es la existencia en si misma la que enseña más que todo, por que te demuestra que hay una sola persona en el mundo capaz de hacer que las cosas mejoren, y ese eres tú.

P.D: Si, lo sé. Sé lo que estás pensando. Sé lo que se cruza por esa cabeza tuya. Sé que crees que nada tiene sentido, y sé que le dirás a todas tus amigas "Que tipo hipócrita, él mismo dice que en un libro no se puede aprender lo que te implementa la vida, y me contó lo que la vida le mostró escribiendo uno", pero, cariño, con nada tiene lógica.