Extracto:
-Eres un maldito monstruo- Esas palabras parecieron caer en saco roto en un principio no atrayendo ni siquiera una mirada del contrario -¿Cómo es que puedes estar dispuesto a hacer algo tan terrible como esto? Por favor, sé que me vas a matar luego de esto, te estoy pidiendo demasiado, porque el que me digas eso no te sirve de nada, pero, por favor, como mi última petición antes de morir, dime, ¿Porque es que estás dispuesto a hacer todo esto?
-Una vez un inquisidor me dijo que para enfrentar monstruos hay que volvernos igual de monstruosos, en cierto sentido suena tonto a primera vista, ¿Cómo es que volverte un monstruo te hará bueno contra otros monstruos?, ¿Eso no hace acaso que más bien haya más monstruos dañando inocentes cada vez? La respuesta a esa pregunta es no, porque en sí la denominación de monstruo es bastante amplia, la palabra monstruo no representa lo mismo para un niño, que para un anciano, a lo que es para un soldado o para un ángel de la muerte, para combatir el fuego no utilizas más fuego, sino agua, para apagar un incendio masivo utilizas un tsunami, para vencer a un monstruo te conviertes en un monstruo para los monstruos, ese es el medio con el que simples humanos de nacimiento nos enfrentamos a horrores innombrables como tú y tu raza de porquería, es lo que por eones se ha hecho, pues si no lo hubiéramos hecho se habrían librado contra los inocentes horrores Más allá de la comprensión, más allá de las leyes mismas de la naturaleza, los de la inquisición actúa como fuerzas secretas bajo las sombras, usando su poder para actuar directamente contra cualquier problema en la galaxia, mientras el Arbites actúa en la luz ejerciendo sin temor, sin pudor y con toda potestad todo el poder de la ley imperial, y eso es lo que estoy haciendo ahora, ten buenas noches, os juro que rezo porque el emperador se apiade de tu alma, porque nosotros no lo haremos.