Quiero tomarme un momento para hablar de algo muy serio, desde el respeto y el corazón. En los últimos días se ha conocido el caso de Sandra Peña, una chica de Sevilla, España, que ha decidido quitarse la vida. No quiero entrar en detalles, porque lo que realmente importa no es el morbo ni la noticia, sino lo que hay detrás.
Me duele pensar en cuántas personas como Sandra hay por ahí, intentando seguir adelante con una sonrisa mientras por dentro se desmoronan. A veces no sabemos lo que está pasando alguien a nuestro lado, incluso alguien muy cercano. Por eso quiero aprovechar este espacio, donde solemos compartir risas e historias, para recordar algo importante: hablar salva vidas.
Si alguna vez os sentís mal, cansados, vacíos, confundidos o simplemente necesitáis desahogaros, no lo guardéis. Buscad ayuda, hablad con alguien en quien confiáis. Con un amigo, un familiar, un profesional… o incluso conmigo, si alguna vez sentís que puedo escucharos. No hace falta tener las palabras perfectas, ni sentir que lo vuestro “no es tan grave”. Todo lo que duele, importa.
Sandra no debería haber llegado hasta ese punto. Y aunque no podamos cambiar lo que ha pasado, sí podemos hacer ruido por lo importante, aprender a cuidar, a mirar de verdad a la gente y a preguntar “¿cómo estás?”.
Detrás de las pantallas, todos somos personas que sienten, que a veces se rompen, pero que también pueden sanar si alguien tiende una mano.
Cuidémonos un poco más, escuchemos un poco mejor y recordemos que pedir ayuda no es una debilidad.
❤️ Por Sandra, y por todos los que aún están luchando en silencio.
