Hay algo mágico acerca de besar a la persona que quieres. La manera en que tu cuerpo parece cantar y ponerse en sintonía con el cuerpo de otro. La forma en la que tu piel se sensibiliza y cada uno de tus órganos parece volverse loco. El corazón, que parece querer salir de tu pecho y correr lejos. O tu pulmones que parecen perder su capacidad de expandirse con cada respiración. Tu cabeza que da vueltas y te hace creer que todo el mundo desaparece a excepción de ustedes dos. Y luego ese sentimiento tan apabullante dentro de ti que no sabes en donde se origina, si en el centro de tu pecho, en tu estomago o si todo esta dentro de tu cabeza, en tu imaginación. Y esa sensación de que todo es un sueño.