he caído en cuenta que siempre soy yo la que termina arrastrándose hacia las personas, aún así y sí le estén pateando las costillas y se quedé sin aliento, soy como el cachorro que siempre vuelve al lugar donde lo vulneran, porque sabe que en ese lugar le rascan la barriga y le dan un poco de comida de vez en cuando.
me da mucha tristeza que después de 21 años haya estado buscando un lugar llamado hogar en otras personas, sin darme cuenta que el verdadero hogar se encuentra dentro de cada uno.
las medias naranjas no existen, sólo la persona que te acompañe en el recorrido a la muerte, los amigos no son eternos y lo único que llevaré a la tumba realmente junto a mi será mi saco de huesos y carne, es aquí donde le doy un abrazo a mi alma y le pido perdón a mi niña de 10 años por haberse dejado tratar así y por seguirse tratando a sí, trabajaré en todo lo que respecta a mi amor propio y estoy dispuesta a dar todo de mi para llevar a cabo la tan esperada metaformofis, en la que el gusano ya no es comido por un ave silvestre, ya que ahora el gusano se independependiza del apego y está luchando para no desaparecer junto a la selección natural.