mi amor, mi vida, mi cielo, mi conejito, ah. no sé como comenzar ésto de la mejor manera posible y hasta ahora me pone muy nervioso el decirte cosas tan bonitas
porque no puedo creer que alguien tan asombroso como tú haya podido enamorarse de este pequeño desastre. Quiero dejarte muy bien claro que yo no estoy aquí solo por la forma en que tus huesos se sienten contra los míos o por la forma en que me besas como si fuera el fin del mundo. Estoy aquí para despertarte cuando tienes pesadillas y lloras mientras duermes, para limpiar la sangre cuando tu respiración se vuelve superficial, para llamarte cuando trates de saltar y para sostener tu mano cuando no puedo detenerte de otra manera. Me encanta la forma en que dices mi nombre y la forma en que te ves cuando hace demasiado frío. Estoy aquí para cada pedacito de ti, incluso los pedacitos problemáticos y así es cómo será siempre. Te quiero a tí, quiero ser quien te mire confundido cuando despiertes, quiero acompañarte a tu costado mientras duermes, quiero que cada vez que cierres tus ojos tu mente se llene de pensamientos sobre mí, no tengo ni la más mínima intención de compartirte con nadie. Te amo muchísimo conejito tonto, verdaderamente lo hago, éste mes ha sido realmente precioso contigo y me encantaría cumplir muchos más a tu lado.