Cada cosa que voy metiendo en mi mochila, pesa.
Los miedos, pesan.
No poder dormir en las noches, pesa.
Las inseguridades, pesan.
La desconfianza, pesa.
Las cosas que no entiendo, pesan.
Los traumas que callo del pasado, pesan.
Las mentiras que me dijeron, pesan.
Las mentiras que dije, pesan.
Los sueños que tenia y tuve que olvidar, pesan.
Las dudas, también pesan.
El dolor, pesa.
Los problemas familiares, pesan.
Cada lágrima que me trago, pesa.
El pasado, pesa.
El presente, pesa.
Las palabras que digo sin pensar, pesan.
No poder reparar lo que está roto, pesa.
La sensación de vacío, pesa.
El tiempo aunque dicen que pasa volando, además de pesar, me desgasta y hace que mi mochila sea más difícil de llevar.