No os fiéis, los unicornios son criaturas terribles. ¿Por qué creéis que las nubes son rosas? Os aseguro que no se trata de algodón azúcar. Engañan a los humanos con sus pelajes suaves y sus crines arcoiris y luego ellos sufren el más terrible destino.
Yo vivo en una cabaña aislada en el bosque de piruletas (no me culpéis, amo el azúcar) escribiendo sobre cómo creo que los gatos deberían dominar el mundo, sería una sociedad más justa, suave y cómoda. 
No puedo decir que los unicornios me agraden, pero los humanos son incluso peores, así que yo me limito a no moverme más allá de la cabaña y el río Leche y Galletas. El azúcar ha afectado mi creatividad y puede que mis obras sean algo excéntricas, pero ¿quién podría mantenerse cuerdo viviendo en una sociedad así? Y menos mal me gusta el rosa... Mi amigo Larry, el conejo azul de dos metros, saltó el otro día al río Leche y Galletas porque ya no podía soportar el color rosa, le lastimaba la vista. Que en paz descanse.