¿De qué me sirve la noche si no estás a mi lado? si la luna es mi única compañía pero las estrellas me han abandonado.
Si las nubes me han dejado sola en la soledad y el frío me cubre con su manto invadiendo mi espació personal, recordándome que estoy sola. De nuevo.
Cuando ni siquiera el pájaro que se posaba en el árbol de cerezos me hace compañía, ya no más.
Me han dejado olvidada, tanto, que ahora la única compañía es la luna.
Oh luna hermosa, tu jamás me abandonarás, ¿cierto? Por lo menos no en la noche, por qué sé que al llegar el día, el sol saldrá a recordarte que no sólo brillas tu.
Y aquí estoy de nuevo... sola.