Entre letra y metro existe un espacio, perfecto para esconder los peores miedos y defectos.
En aquellos espacios seres magníficos comienzan a crear mundos perfectos y algunos no tantos, en los que, letra por letra atrapan ferozmente y endulzan la vida de almas que se atreven a mirar aquellos textos.
Escribir es un escape de la realidad dónde te inventas Miles de historias con finales felices y algunos no tanto.