Vanessaaguilaortiz

 —Eres un exagerado— dijo él, abriendo aún más las piernas— pero ven con papi corazón— golpeo sus piernas.
          	     —Ten cuidado, no quiero que se te ponga duro.
          	     —Entonces no tienes que provocarme.
          	     Camil intentó entrar de frente pero falló en el intento. Las piernas de ambos eran muy largas y chocaban entre sí. 
          	     —Quizá si entras de culo te sea más fácil— grito una voz masculina desde la parte trasera y todos rieron, incluyéndome. 
          	
          	Fragmento de la novela en proceso, Evan.

Vanessaaguilaortiz

 —Eres un exagerado— dijo él, abriendo aún más las piernas— pero ven con papi corazón— golpeo sus piernas.
               —Ten cuidado, no quiero que se te ponga duro.
               —Entonces no tienes que provocarme.
               Camil intentó entrar de frente pero falló en el intento. Las piernas de ambos eran muy largas y chocaban entre sí. 
               —Quizá si entras de culo te sea más fácil— grito una voz masculina desde la parte trasera y todos rieron, incluyéndome. 
          
          Fragmento de la novela en proceso, Evan.

Vanessaaguilaortiz

     —¿Y si engordo?— pregunte mirando mi silueta tímidamente en el espejo.
               —Entonces tendré que hacer añicos ese espejo que te atormenta haciéndote lucir gorda, pateare a todos y cada uno de los que se burlen de mi amada y te recordaré a cada hora lo esbelta que luces en aquel jean ajustado— respondió él, rodeando con un brazo mi cintura y depositando un casto beso sobre mi cien. 
               Suspiré rendida mientras recargaba mi cabeza sobre su hombro; momentos así nunca deben terminar.
          
          Fragmento de la novela en proceso, Evan.