Con el tiempo me di cuenta que el único talento que tengo es escribir. Esa facilidad que tengo para desenvolverme con el lenguaje es de verdad curiosa, pero lo es aun mas que solo me suceda al momento de escribir, es raro, pero así es. Me sentí inútil e indefenso al comprender que esto es lo único que tengo como herramienta y arma ante la vida, aunque luego de pensarlo bien, vi que desanimarme no era una opción viable, porque este talento es en realidad versátil y muy útil en muchas situaciones, entonces, decidí que lo mejor que podía hacer era cultivarlo y adiestrarme a fondo, hacer todo lo que sea necesario para lograr pulir y afilar su filo hasta sobrepasar todos los limites que me detengan, y mejorar hasta que mis opciones a tomar para salir de cualquier dilema sean infinitas.