SOLO UN COLLAR
En un viaje lejano,
me trajo mi padre un regalo.
Era un collar reluciente,
era como un trozo de sol.
Este me lo acerque al cuello
y sentí un fuego abrumador.
Violento collar…
Valía como tres diamantes,
aunque esto no era lo grande.
Y me di cuenta…
Lo importante era la historia que tenia detras,
lo bonito y precioso que era el vínculo entre familia.
El cariño, amor y felicidad que puede dar una sola cosa.
Una promesa profunda…
Solo un collar…
Sin embargo, no pude resistir la tentación
de guardarlo en una caja fuerte,
para que esas pequeñas abejas no escaparan de su enorme nido.
Dandole cada dia
un poco de polen para ayudarlo a crecer.
No pude resistir ponerlo
a dormir con una manta calentita
y dejarlo cerrado en casa para que no
sufriera ningún acontecimiento.
Aunque,
reinicie ese pensamiento luego de descubrir que
este no quería crecer más,
sino volar entre las flores
y conseguir ser autónomo.
Accedí a su deseo y le abrí la puerta de la jaula.
Me levanté y me acerque el brillante collar.
Lo coloque en el cuello y cerré su cierre
de, también, color dorado.
Abrí la puerta de casa y me fui.
Y es esta la moral de mi Oda:
Un pequeño toque,
un gran corazón.
No pienses en la calidad,
sino en la amistad.