¡Buenas, buenas!
¿Cómo están? :)
Paso por acá con el corazón medio revuelto (pero feliz) a contarles que Disonancia está llegando a su final… Quedan solo tres capítulos. No lo puedo creer.
Es muy loco pensar que esta historia, que nació desde un lugar tan personal y espontáneo, hoy esté tan cerca de cerrar su primer libro. Y digo primer libro porque sí, se viene una segunda parte, pero igual… este cierre se siente fuerte.
Disonancia me dio muchas cosas: alegría, inspiración, desahogo, noches sin dormir, y también la posibilidad de conectar con ustedes de una forma hermosa.
La historia de Villamil y Lina me sigue atravesando como el primer día. Me emociona, me desafía, me confronta. Y creo que eso es lo más lindo que puede generar una historia: movimiento.
Espero de todo corazón que la hayan disfrutado tanto como yo al escribirla. Que se hayan sentido parte, que se hayan reído, enojado, enamorado, o simplemente acompañades en algún momento. Para mí, tener lectores como ustedes es un regalo que no doy por sentado.
Gracias por estar del otro lado, por leerme, por los mensajes hermosos que me mandan, y siempre sacarme una sonrisa con sus ocurrencias y devoluciones.
Con amor siempre,