"¿Todavía juegas con tus muñequitas?eres una bebé, niñita tonta, eres solo
una bebita" Su voz irritante, siempre con lo mismo...
"Ya callate...!Ya callate¡" La pequeña lloraba mientras abrazaba a la frajil
muñeca.
Pobre corazón
esa flor blanca
guardando rencor
distorsiona el alma
Piel de porcelana
vestido de seda rosa
con esos cabellos rubios
que muñeca tan hermosa
"Sara, ya tira a esa muñeca vieja"
La pequeña solamente abrazaba a María, la delicada muñeca que había
sido su consuelo desde la partida de la abuela.
No podía soportarlo... su hermano era simplemente insoportable, si no la
molestaba la golpeaba... incluso una vez la llegó a amenazar con un cuchillo,
aunque había sido broma la pequeña se había asustado.
El único consuelo de Sara era María, con ella hablaba, con ella reia
quien disipaba su locura, quien mantenía su cordura...
"Esa muñeca debería ir en el basurero, mira que fea"
Su hermano había tomado a la muñeca por sus rubios cabellos, y se la había
arrebatado, oh! pero eso no fue todo...
Mientras Sara lloraba y trataba de recuperar a María el chico aventó a la
frágil muñeca al piso, rompiéndose en muchos pedazos su blanca piel de porcelana.
Esa rosa blanca
el rencor la ha teñido
y en su bella cara
la locura ha surgido
Alma pura ahora manchada... llegó la hora de la venganza de la pequeña Sara.
Tomó un trozo de su muñeca, porcelana afilada y apuñaló a su hermano
aunque un poco asustada.
La pequeña rosa
teñida de rojo intenso
y aquellos ojos sumergidos
en un vació inmenso
Una lagrima roja recorrió la cara de la victima
mientras sufre, dolor...miedo... todo es rojo...
Sara grita
Sola, confundida, asustada, satisfecha...
María ya no estaba... y su hermano tampoco....