La Aventura de Ismael y Maia en el Jardín Mágico
Era un hermoso día en Santiago, el sol brillaba y los pájaros cantaban alegremente. En una colorida casa, vivía la abuela Mirtha con esposo Orlando. Sus corazones estaban llenos de orgullo por sus nietos: Ismael, un niño de risas contagiosas que siempre estaba listo para explorar, y Maia, una pequeña soñadora.
Un día, mientras jugaban en el jardín , Ismael y Maia encontraron un viejo libro escondido entre las plantas. Al abrirlo, una luz salió del libro y los envolvió. ¡Era un jardín mágico! Los niños se miraron emocionados .
Al cruzar se encontraron en un mundo lleno de colores y criaturas fantásticas. Había mariposas que hablaban y flores que cantaban. Ismael se aventuró a explorar , mientras Maia escuchaba a las flores.
De repente, se dieron cuenta de que el jardín estaba triste porque había perdido su brillo. Los colores estaban desvaneciendo y las criaturas lucían preocupadas. Ismael, propuso ayudarles . Maia, con su creatividad, sugirió organizar un gran festival para traer de vuelta la alegría.
Ismael corrió a buscar ramas y hojas para decorar el lugar, mientras Maia dibujaba carteles llenos de colores . Invitaron a las mariposas , los pájaros y a los árboles.
El día del festival llegó y el jardín se llenó de risas. Todos bailaron . La felicidad comenzó a regresar ; los colores resplandecieron gracias a Ismael y Maia.
Al final del día, el jardín brillaba como nunca . Las criaturas agradecieron a los niños , prometiendo que siempre tendrían un lugar en su corazón.
Cuando Ismael y Maia regresaron a casa, contaron emocionados la aventura a su abuela Mirtha y a Orlando. La familia se abrazó con amor, sabiendo que juntos podían crear magia donde quiera que fueran.
Y así, cada vez que miraban al jardín desde la ventana, recordaban que no solo era un espacio lleno de flores, sino también un lugar donde la imaginación de dos pequeños había transformado lo ordinario en algo extraordinario.