Querida Megan, ¿cómo estás? Espero que todo marche muy bien para ti.
Hoy he decidido escribirte, para dejarte saber, que te libero oficialmente.
Te doy las gracias por haber formado parte de mi vida, porque tus historias sin dudarlo, fueron un gran acompañamiento para mí, y así mismo, me entretuve mucho tiempo leyéndolas. Haber sido parte de tu comunidad como una de tus lectoras, rindió sus frutos, porque tus escritos dejaron un impacto positivo en mí.
Sin embargo, como todo en la vida, hay que aceptar que los ciclos se cierran, así que estoy más que tranquila de haber vivido la experiencia que tuvimos juntas. Y como considero que ya tanto tu presencia como tus libros cumplieron su propósito, puedes seguir tranquila con tu vida, ya que yo haré lo mismo.
Espero que puedas seguir escribiendo e inspirando personas, tal y como lo hiciste conmigo. Cuídate mucho, te deseo lo mejor. Gracias por todo.
Atentamente, Isa.