La vida no es perfecta pero tampoco es imperfecta,
Todos nos encontramos en un término medio, donde cada quien decide que camino tomar.

Y ahí es donde nos equivocamos siempre, culpando al destino de nuestra desdicha, poniendo una venda sobre nuestros ojos para no ver el caos que hemos creado, simplemente huyendo.

Olvidamos completamente quien somos o de donde venimos.
 Construimos una pared infranqueable para poder soportar nuestra mentira y hacerla más creíble pero no nos damos cuenta de lo dañado que estamos.

Cerramos la puerta de nuestro corazón impidiendo a las personas ayudarnos hasta que llega ese alguien que lo cambia todo.
Alguien fuerte quién no necesita esa venda para afrontar la realidad, quién  te da esa seguridad que tanto te hacia falta y que esta dispuesto a ir hasta el fin del mundo por ti.

Si viniste aquí esperando una descripción de mi no la obtendrás, sin embargo si eres capaz de ver más allá de estas simples palabras entonces encontrarás lo que buscas y solo entonces te darás cuenta de que te hice ver por una mínima cantidad de tiempo quién soy en verdad.

Porque para conocer a alguien a veces no hace falta saber su físico sino  ser capaz de ver su esencia a través de la carne, ser capaz de conocer sus sentimientos más profundos y a la vez desconocerlos del todo.