No voy a hablar de mí como persona. Haré algo más importante que eso: Voy a hablarles de mí como escritor.
Soy de esos escritores que alguna vez fueron apasionados lectores, y que vieron en sus héroes literarios, una puerta hacia un mundo de infinitas posibilidades.
Soy de esos escritores que viven soñando la vida, pero trabajan para volver realidad sus anhelos y esperanzas.
Soy de aquellos escritores románticos que miran con nostalgia al mundo de la imaginación, a punto de extinguirse.
Soy de esos Quijotes que viven buscando dragones y gigantes en un mundo simplista y material en el que el valor de los bienes ha reemplazado al valor innato del ser humano.
Y al igual que todo Quijote, llegará el día en que me una al suicidio intelectual masivo, para poder integrarme a la sociedad. Pero ese día no es hoy, ni será mañana. ¡Días aciagos vienen, pero si he de caer, caeré luchando para que el próximo Quijote pueda vivir en un mundo de dragones, gigantes y moral!