Llorar en silencio. ¿Cuántas veces lo habremos hecho? Llorar en sí, es lo peor del mundo. Llorar en silencio, es cien veces peor. Sientes que nadie te escucha, sientes que nadie ayuda, sientes que nadie quiere hacerlo, que nadie quiere comprenderte. Ves como todos a tu alrededor siguen haciendo sus cosas, siguen en sus asuntos mientras tu te derrumbas bajo la manta de tu cama, desesperada porque alguien venga a buscarte y te de un abrazo, un gesto de apoyo. Quieres hacer ruido, quieres que todos se enteren de que no estás bien, de que no te están haciendo bien, pero no puedes. No tienes voz. No tienes grito. Nada. Sólo un gran vacío que jamás será llenado.