Ya no me muerdo las uñas por ansiedad, lo de ahora es enterrarse las uñas hasta sangrar, hasta arrancarse la piel.
Bueno, algo tenía que ser, la ansiedad no se va, la depresión, bueno, parece que jamás se fue.
Hoy mientras me bañaba, tuve tantas ganas de tomar una navaja, pero mi gata gorda jamás salió del baño, supongo que en el fondo sabía lo que quería, tal vez en el fondo se preocupa, tal vez si me quiere aunque sea un pelín, y tal vez yo simplemente no tuve el valor de hacerlo mientras ella estaba ahí. No sé equivocan cuando dicen que son inteligentes y sienten más que nosotros.
Soy la primera en decirles que cuando se sientan mal busquen ayuda, pero también sé lo jodidamente difícil que es hacerlo, cuando no tienes a nadie, cuando nadie te escucha, cuando no quieres preocupar a nadie, o que aunque lo digas, a nadie le importa. Lo jodido es cuando a lo único que puedes recurrir es a las lesiones, no lo hagan carajo, no sean idiotas como yo.
En fin, lamento inundar esto de pesimismo pero así pasa a veces, necesito escribir algo con la esperanza de poder dormir tranquila está noche. Esperemos así, pueda apagar mi mente, aunque sea un momento. Besos, chicos y buenas noches. Los amo <3