Yo_yownne
¿Cuál es mi peor pesadilla? Bueno,es fácil de responder aquello de lo que estoy tan segura,y es que soy yo misma,no es la sociedad,no es el mundo,no son quienes son cercanos a mí o me rodean,no,se trata de mí y el maldito reflejo que logro ver en cada una de las superficies que logran proyectar cualquier cuerpo que esté frente a ellos. Me he lastimado innumerables ocasiones,he roto cualquier lazo importante existente en mi vida,me he lastimado tantas veces y de la forma más dolorosa que alguien pueda imaginarse incluso he transportado mi mente a dimensiones inexistentes en donde sigo lastimando día a día mi corazón. Me odio,lo hago por perderme,un sentimiento que me hace débil,despreciable, repugnante,todo porque no pude salvarme. Anhelo tanto regresar a aquellos días donde vivir parecía fácil, donde no dolía respirar,donde mi mayor preocupación era tener que guardar los juguetes regados en el suelo,y nada más. La decepción es el único sentimiento que podría describirme correctamente,un constante error que sigue vivo y que por inercia no tiene objetivo alguno,y otras veces soy nada,porque no sé quién soy, y es así como una pregunta constante surge ¿Qué hago aquí? ¿Qué es lo que me impide irme? Y es así, como la idea de escapar de este laberinto suena encantadora,solo así quizás logre ser libre,pueda dejar de sentirme sofocada,asfixiada,atrapada. Quizás sea la solución a mi dolor y sufrimiento constantes,o sea una forma de huir de todo. Porque eso soy,una cobarde que solo quiere escapar de todo. -Yownne.
librehormiguita
@Yownne Muchas veces parece que no encontramos una solución para todos nuestros problemas y sentimos que el mundo nos cae encima, sin embargo en esos momentos donde quisieramos escuchar las respuestas, quizás es preferible no tenerlas. Al fin y al cabo, son muy pocos los que pueden decir para qué están en este mundo y cuál es su fin. Yo hasta ahora no lo se o quizás no quiero ver, por esto trato de avanzar cada día de a pocos, así sea un pequeño paso, y sí también hay días en que me puedo desmoronar y me toca empezar de nuevo. De repente ahí está el sentido de todo, en el camino y no en la meta. Y si tuvieramos todas esas respuestas que ahora queremos, quizás la vida no sería tan interesante.
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