la observe desde mi pantalla y mientras veia sus fotos antiguas me pregunte: ¿Que nos paso? Y cuando mi corazón y mi mente se pusieron de acuerdo y al fin le iban a escribir, encontraron a el orgullo y la vergüenza revolcandose como zorras bajo las sabanas del miedo y llenos de arrepentimiento el corazón y la mente se ocultaron para no culpase mutuamente...