Rinbo

(Esta se la dedico a la noche de amor y amistad)
          
          Hoy, te volví a recordar,
          con los momentos que he de apreciar.
          
          Ellos son mi tesoro,
          y yo aún te añoró
          pero lo sé, aún lo sé,
          que tu nunca volverás.
          
          Ese noche, 
          cuando tu mano agarré,
          y tu mirada, 
          la que tanto aprecie.
          
          Las promesas que se hicieron y
          los juramentos que nacieron,
          ¿Y para que? Solo… para qué.
          Si se perdieron en el ayer.
          
          Los estaciones van pasando,
          los años me van dejando, 
          todo junto con tu calidez.
          
          Lo culpa no fue mía,
          por tu triste ida,
          ¿Pero por que?
          Aún me duele.
          
          Ayer, te recordé.
          Hoy, te amaré.
          Mañana, te lloraré.
          
          Te arrebataron de mi lado,
          y te sigo extrañando.
          Fuiste mi luz, mi sol, 
          mi dulce amor.
          
          Hoy, te volví a recordar,
          con los momentos que he de 
          apreciar.
          
          Se que aún estás ahí,
          tan cerca de mi.
          En mi corazón, lo siento yo,
          Te amo, mi amor.
          
          (Veló como una canción o poema, sólo se lo dedico a la noche)
          Feliz San Valentín, mis limbos.

En una noche similar a las demás, cuando el mundo seguía girando.
          
          Alguien deja de dormir, para solo hacer una cosa: pensar.
          
          Dicen que la noche es la hora donde las personas con mentes más grandes que ellos mismos se liberan.
          
          Esta persona es el caso, piensa e imagina, recuerda y analiza.
          
          Cada momento de su vida, pero no cualquier momento, son escenarios de ira acompañados de dolor reprimido.
          
          En cada escenario en el que su enojo se asomaba, algo lo empujaba a retroceder, siempre y sin falta, en un bucle. Exigiendo borrar caras y detener lo ya iniciado.
          
          Siempre era lo mismo en esos recuerdos, acciones que lo llevaron a reprimir el sentimiento hasta el punto de enterrarlo en su corazón.
          
          Y con ello, llegó el dolor.
          
          Dolor de no poder liberarlo en el momento, el tener que almacenarlo para satisfacer y no sentir culpa.
          
          “Pero siempre hay un límite”, pensó.
          
          La persona se miraba así misma como una bomba de presión.
          
          Una vez que explotaba, sólo sentía fuego intenso en los brazos y presión en sus rodillas. Todo, en soledad.
          
          Y siguió pensando, en cómo llegó hasta este punto de quiebre mientras escucha a las aves cantar fuera de su ventana.
          
          Sin darse cuenta, la noche se había ido.

Tuve un pensamiento, un dulce y lindo pensamiento.
          En ese pequeño pensamiento, hay un sonido, lejano y pequeño, 
          
                   “Tin, Tin, Tin” 
           
          Es lo que escucho.
          ¿Que produce ese sonido? Me he preguntado.
          
                     “Tin, Tin, Tin” 
          
          Seguía sin parar.
          ¿Que es, por qué es, que será…?
          …
          Ah, claro, que tonto soy… 
          
                  Una campana
          
          ¿Por que una campana? Me pregunte otra vez.
          ¿Que me recuerda a esa campana?, navego por ese lindo pensamiento otra vez, veo a alguien sin rostro y me pongo a pensar otra vez.
          Campana, campana, campana, persona sin rostro, no la conozco, a esa persona sin rostro.
          Campana, campana, camp— 
          …
          
                    “Bell”
          
          Claro, ese lindo pensamiento, con campanas de fondo, campanas que se esconden en el nombre que ha creado, sin rostro ya que no la conozco pero hablé con ella y ha sido precioso.
          La veo a la distancia y cree este lindo pensamiento para recordarla, lindo, lindo pensamiento.
          Seré un rarito y tienen razón, pensando en ella con poco conocimiento y tienen razón, pero no puedo evitarlo.
          Las palabras en historias cautivo los pensamientos y me hizo pensar en ella con campanas a lo lejos, porque ella es Bell, mi dulce Sensei.
          
          
          Nota: Madrugada, queriendo escribir algo corto y que mejor que dedicárselo a alguien, así que bueno, esto es un comienzo.