Te esperé toda la noche pero nunca llegaste, en ese momento los escenarios hechos en mi cabeza se esfumaron de la misma forma en la que aparecieron. Esperé un mensaje tuyo que nunca llegó, entonces las respuestas que tenía preparadas, no fueron enviadas. Tres veces mis ojos ardieron y necesitaron soltar las lágrimas pero ninguna cayó, me mantuve firme, firme ante algo que ya no podía controlar necesitaba con desesperación llorar y al fin librarme de esa carga de emociones pero no lo hice, solo podía ver hacia la puerta esperando por tí. Pero al fin lo entendí preferí una terrible realidad a una mentira dulce, es momento de soltar y seguir mi propio camino, no puedo seguir estancada viendo cómo avanzas mientras yo sigo aferrada al pasado, a un pasado que me hizo tan feliz, lastimosamente noté eso muy tarde, cuando ya te había perdido, solo te di aquella libertad que deseabas silenciosamente, pero que yo no estaba preparada por brindar, ahora con estas palabras me despido, siento no poder cumplir mi promesa, pero que no quede en duda mi gran amor, cariño.