La literatura, un telescopio que te abre grandes y asombrosas puertas a lo desconocido, dejándote a la vista y comprensión aquello que no puedes ver; te abre las puertas a un basto y hermoso lugar lleno de emoción, dónde puedes moldear todo a tu gusto, dónde puedes ser tu mismo.

Te dejo hechar un ojo por mi telescopio, mira mis mundos llenos de posibilidades, sorpréndete con las maravillas que tengo por ofrecer, nada es lo que parece, o talvez sí. Yo no suavizó las palabras ni situaciones, solo crudeza pura.