Me fascina el romance.
Me encanta leerlo,
Me encanta verlo, me encanta imaginarlo,
Me encanta anhelarlo.
¿Crees que en otra vida sí pude ser amado?
¿Que en otra vida sí pude tener eso que anhelo en esta?
Si es así, puedo aceptar este destino aquí,
Puedo aceptar que acá solo me toque anhelar,
Me tranquiliza pensar que ese yo si pudo acercarse a esos sentimientos.
Naturalmente lo que aquí me desespera es la fatalidad,
El saber que yo no podré nunca tenerlo,
Que en toda ocasión ese estado me esquiva.
Aún así, y por suerte
Puedo reconocerlo todavía como un deseo tan platónico,
Tan lejano y caprichosamente innecesario,
Que el saber que una remota parte de mí lo obtiene me basta.
Uno no debe flaquear y caer en la erronea idea de que se realiza como persona al amar.