𝐀𝐑𝐋𝐄𝐍𝐄𓂃 ࣪˖ ִֶָ𐀔

Ya casi con el próximo capitulo, este será de rellano y más que nada fanservice (porque si el destino no quiere hay que juntarlos con pegamento y cinta) 
          
          Me estoy esforzando en esto porque no soy buena escribiendo sobre el inicio de los sentimientos o cosas así

He terminado la portada, ahora si seguiré con el fanfic 

Ando pasando con un bloqueo intenso en cuanto al capítulo, apenas voy por la mitad ToT 
          
          Les tiro un meteoro y que todos mueran

Ando haciendo cambios en la portada y en el nombre de la historia 

Hola vengo desde Tiktok a leer tu historia y me sale que no existe, podrías ayudarme por favor 

No me esperaba tanto apoyo, el fic ya llegó a los 200♡ muchas gracias a todos, los tq mucho mucho.

Durante el día de hoy subiré capítulo! ^^

Me ayudarían mucho si responden a esto.
          
          Cuando veía tiktoks sobre que los personajes tomaban su propio rumbo me parecía algo raro, no lo entendía 
          
          Pero me está pasando JAJSJ.
          
          Mientras ando haciendo el próximo capítulo estoy notando que tiene más química mi oc con Ojos azules que con César.
          
          Así que quería que ustedes fueran ese razonamiento en mi mente para saber que hacer. Porque estoy enloqueciendo al ver que hasta en mi mente los estoy viendo justos.

「 ✰ ࣪˖ ִֶָ 」
          
             A Maggie le encantaba la botánica, además de los kiwis tenía una fascinación por los champiñones, las margaritas y las coronas de plantas. Amaba la naturaleza con todo su ser.
          
             Había aprendido muchas cosas estando en ese área, como la herbolaria (Cortesía de la anciana a la que había ayudado algunas veces en la cocina)
          
             Su descubrimiento más grande había sido que podía aprovechar todo lo que naturaleza le daba; cortezas, flores, hojas, semillas, tallos y raíces para hacer remedios, pomadas o incluso medicinas.
          
             Le encantaba. Si tan sólo no tuviera esa inseguridad que le gritaba que no hacía lo suficiente en la colonia ya habría pedido un puesto oficial.
          
             Todos en la colonia, a excepción de ella, se habían dado cuenta desde un inicio que ella había nacido para eso.
          
             Los más ancianos la comparaban con Rosetta o Fawn, otros la veían como una alseides... hada o ninfa definitivamente en otra vida ella sería un  espíritu libre y puro. ᯓ★

「 ✰  ࣪˖ ִֶָ  」
          
             Si hay algo que Maggie todavía conserva de su antigua vida es su amor por los kiwis.
          
              El sabor es algo por lo que la mujer se derrite, pero sin duda alguna, es su color lo que más le fascina. Ese verde con toques amarillentos la hipnotizan dándole un sentimiento de familiaridad. Seguridad, hogar... amor.
          
             Es por eso que, justo hoy cumpliendo sus 18 años, ella desea tan adorada fruta, le parece triste pero justo que las frutas se le den a niños y ancianos (al haber escasez se decidió nutrir a los que más lo necesitaban)
          
             Maggie sabe que en la colonia todos la quieren, bueno... para este punto la mujer no considera a Carver dentro del "todos". Y la hace feliz ver el movimiento discreto dentro de esta.
          
             A ella le gustan los juegos y ha decidido participar en el juego que ha nombrado "Distraer y esconder el tesoro". Y entonces se permite disfrutar de sus amigos hablando con ella de la mejor manera que pueden, algunos aprenden más rápido que otros el lenguaje de señas.
          
             Así como finge no darse cuenta del movimiento dentro de los puestos también finge estar sorprendida cuando varios se amontonan alrededor de ella felicitándola. 
          
             Acepta gustosa los regalos acunandolos como algo realmente precioso entre sus brazos. Y solo por un momento sus ojos miran fijamente las pequeñas frutas que le enseña Malcolm. Kiwis.
          
          "Para ti Maggie"
          
             Realmente no se imagina como Malcolm las ha conseguido o lo que ha perdido para obtenerlas.
          
             Y mientras todos van a sus habitaciones después de una noche de celebración, Maggie está mirando las estrellas pensativa, aún acunando esos pequeños pero valiosos kiwis entre sus manos.
          
             Esperaría hasta mañana para partirlo en varios pedazos y así  invitarles a los demás. Porque lo que más se ama no se disfruta completamente si no se comparte.  Y eso, eso es lo que hace a Arlene ser Maggie. ᯓᡣ