Odio los viernes, me recuerda todas las veces que tuve un corazón roto, que espere y suplique ser la elegida.
¿Cuantas veces no arrugaron mi corazón como una hoja de papel?
Lo llenaron de ilusiones y millones de promesas; solo para decir al final que estaban confundidos, que no era amor.
Me hicieron creer que soy dificil de amar y ahora vivo con el constante miedo de entregarme.