Había una vez, dos hermanos, unidos en armonía, el mayor, Omega, un joven arrogante pero gracioso, y el menor, Eon, quien era completamente contrario a su hermano, un día, Eon acompañó a Omega al supermercado, y en un pequeño descuido, las cajas del estante superior cayeron sobre Omega, causando una pequeña risa en Eon, lo cual hizo sonrojar a Omega, Eon miro con gracia a su hermano, en ese entonces, sus miradas se conectaron, como nunca lo habían hecho antes, ambos siempre habían negado ser gays, pero, al mirarse entre si, sus corazones se entrelazaron, sintiendo ambos la conexión especial en las parejas, ambos mirándose fijamente, mientras las mejillas de ambos se tronaban rojas"
-O-Omega...- Pronunció el menor, la belleza de su hermano mayor lo cautivaba, ahora solo podía pensar en él.
-Eon.... tú, tu también lo sientes, no es así?- Le dirigiría la palabra a su hermano, quien lo ayudaria a salir del medio de esa montaña de cajas, acercándolo hacia si mismo, llegando a estar en contacto físico entre si, los pectoral de Eon eran grandes y calientes, lo cual Omega fácilmente sentía, tenía el deseo de jugar con ellos, pero tenía miedo, al igual que su hermano
-Eon, tengo mie- El menor le tapó la boca con un dedo, para acto seguido, besar a Omega apasionadamente en medio del pasillo, donde obtenian toda la privacidad que requerían, fue una lucha por ser el dominante, pero Omega terminó ganando, empezando a rasgar las ropas de Eon, dejando sus pectorales al aire libre, y empezando a apretarlos, haciendo quejar a Eon, quien sin importar el dolor, siguió besando a Omega, hasta que finalmente, se quedaron dormidos entre el líquido blanquecino sobre el piso, solo para que finalmente, una madre y su hijo pasarán por el pasillo, donde el niño tomó una foto para su estado de WhatsApp, mientras la madre, se desmayó en el suelo