La azabache se levantó del asiento dejando el libro de lectura a un lado, se dirigía a la cocina pero la gran pregunta de su hermana l detuvo a tiempo.
Trataría de recordar que bebidas había hecho para cualquier visita. Al saber que era, se dio la vuelta logrando centrar dicha mirada en su hermana.
— Café, jugo de naranja, chocolate . . . Tú solo dime y lo traeré enseguida