@ssonrojitos
Suspira entre calma y alegría antes de finalmente soltarlo, la cabellera que desordenó previamente intenta acomodar con sus dedos, por suerte no deja rastro alguno de harina ahí.─ No digas eso, chinito, estás en tu casa. ─Le da un suave empujoncito en la espalda, con su mano ahí y haciéndose a un lado lo invita a pasar; pues sus palabras eran realmente verdad. En parte, le emocionaba tener compañia.─ Es más, llegaste en un buen momento, voy a necesitar a alguien que pruebe mis cosas, Miao Miao. ─Rió nuevamente, cerrando la puerta tras él entrar.