Extraño un lugar que no existe, donde las flores crecen a montones y los árboles son tan altos y frondosos que no te dejan ver el cielo, donde la noche era iluminada y vibrante y el día era pasivo y calmado, donde el tiempo se detuvo y corría a un ritmo más sosegado, donde todos sonreían y vitoreaban a toda hora.
Era un lugar hermoso, un lugar que parecía sacado de una fábula pero que sin embargo en mis ojos era real, un lugar que quedó enterrado bajo todas mis preocupaciones y estrés, un lugar que ví morir en un abrir y cerrar de ojos, un lugar que yo mismo asesiné.