ST1-LEONARDO

— Ay… ay, ay, ay. —Caminaba de puntillas, dando pequeños saltitos para alternar el peso entre sus pies y así evitar quemarse. Llamó la atención del desconocido alzando un brazo y agitándolo en el aire. 
          
          — ¡DISCULPA! ¡HOLA! —Gritoneó mientras se acercaba corriendo a zancadas. Una vez cerca, se detuvo y reanudó los saltitos—. ¿Sabes de casualidad…? ¡Ay! —Había empezado, pero se interrumpió cuando una gotita de lava le cayó en el pie; dejó los saltitos para sobarse el pie con una mueca de dolor e inició de nuevo—: ¿Venden zapatos cerca? ¿O algo que se le parezca? Diquesídiquesídiquesí… —Eso último era más para sí mismo que para el contrario. 

sweet__MOCHII

Todo en ese día le había salido bien; aprendió su hechizo de protección contra el fuego, y se infiltró en ese mismo reino, ahora tenía un objetivo más por cumplir.
          
          Caminando lento se paró frente al soldado, mirándolo fijamente.
          
          ─ Gigantón. ─Y le pateó la espinilla antes de hecharse a correr.

battimix-

── hey, pelirrojo, ¿no habrás visto una máquina por aquí o sí? es de este tamaño, y necesito encontrarla antes de que mate a alguien ─traía las gafas sobre la cabeza, el rostro manchado con ceniza al igual que la ropa.
          
          Una pequeña prueba que se había salido de control, nada fuera de su mundo. Estaba parado frente a él, dejando un espacio de dos manos más o menos para mostrar el tamaño de su "máquina asesina", y una sonrisa ladina en el rostro.
          
          ── Bueno, eso último no. Creo que tan solo se puede fundir o algo con la temperatura que hay por acá. 

battimix-

@chaoticscience 
            
            Haciéndose a un lado, con tal de quedar fuera de alcance de aquella bola de fuego, lo miró alarmado y con una sonrisa nerviosa en los labios. No esperaba ser rostizado tan pronto.
            
             ── wow, tranquilo, ¿sí? Era solo una broma ─rió nervioso. Ya iba tomando una pequeña nota mental en ese momento "no hablar sobre muerte frente al gigante pelirrojo."
            
            Antes de agregar algo, pasó un pañuelo por su rostro para limpiar el sudor. No sabía cuánto más sobreviviría ahí.── Te agradecería que no lo quemaras, llevo un par de meses construyéndolo, y probablemente sea inflamable, así que ~
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_burningyou

@chaoticscience  
            
            Escuchar una voz desconocida alertó al tipo fuego; un pequeño gruñido soltó al mirar a alguien que no era de su reino, más aún cuándo, a simple vista, distinguió que aquel era de los sitios un tanto bastante fríos para su gusto.
            
            ─Aquí no hay nada que sea tuyo. ─Naturalmente cortante frunció el ceño.─ Y si llego a encontrar algo que no sea de aquí, lo voy a quemar.─ Afirmó, tensándose levemente cuándo repasó el "antes de que mate a alguien.
            
            ─ ¿¡Vienes aquí a matar a alguien!?─ Entre sus manos se asomó una considerable bola de fuego, estaba apuntándole.
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sstupidangel

────“ Ah, al fin una cara conocida, pura gente molesta me he encontrado. —Afirmó, rodando los ojos al recordar sus encuentros de antes, y eso que él solo quería pasear en paz. Cabe destacar que apenas regresaba al castillo, no habiendo avisado de su salida en primer lugar, por lo que esperaba no ser regañado, aunque muchas veces fuera inevitable. —Hariq, yo, el gran príncipe, demando que me alimentes. . . aún no me he topado con ningún sirviente, ehm, así que tendrás que hacerlo.

_burningyou

@blazechikito  
            
            ─ ¿Eh? ¡Ah! Príncipe. ─Instintivamente inclinó su cuerpo al frente en una reverencia; su lealtad algunas veces lo hacía olvidarse de lo principal, y en ese caso, claro, del hecho de que al joven no se le había visto en el castillo durante todo ese día, porsupuesto que llamaría su atención en cuánto lo llegáse a recordar.
            Basta y sobra con escuchar su nombre para colocarse firme nuevamente, esperaba alguna misión de por medio, quizás un mandado importante, aunque; ─ ¿A... Alimentar, dice? ─Tan extraña le resultó la petición que las flamas naturalmente a la punta de su cabello se atenuaron con levedad. El no sabía nada de cocina...─ Cómo usted ordene.─ Pero igualmente aceptó en otra corta reverencia, encaminándose a la cocina real; no se permitía negarse a nada que el gran príncipe llegáse a pedir.
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