Estos dos últimos días han sido difíciles y extraños para mí, como imagino que para la mayoría de ustedes.
Nunca le di una personalidad dura en mis historias, porque mi mente no concebía que él no fuese otra cosa que dulce y sensible.
Él fue parte del origen de mi pasión por la escritura y la lectura, y su voz me hizo feliz durante mis peores años de salud mental.
Aún me cuesta creerlo.
Se habrá comportado como el papá de los chicos, pero para mí siempre será mi pequeño