De vuelta el nudo en la panza y en la garganta que no me deja respirar. Me siento sola.
Tengo tantos sentimientos juntos que creo que voy a explotar. No es de alguien normal reírse frenéticamente y por dentro, morirse. Nunca fui muy normal. Daría todo lo que tengo para que mi vida volviese a ser lo que era. No extrañar a nadie, no mas noches de abstinencia, ser feliz con alguien que me quiera. Miro para atrás y me doy cuenta que la vida entera se me paso en un segundo, que todo este tiempo no fue mucho y no me alcanzó para nada. Ojala pudiera dar vuelta las cosas y hacer que los momentos de tristeza duraran un segundo y los de felicidad, mil años. Crecí y una parte de mi se fue, ya no pregunto, solo me limito a entender que esta vida es la que esta hecha para sufrir y que antes de dejarte en paz te hace padecer.
Siento que nada me sale bien, repito que mis
convicciones ya no me convencen y mis conversaciones con Dios son siempre un monólogo, en el que pido que aunque sea no se vaya otra persona de mi vida y como
siempre, no soy escuchada o eso parece. Dios ya no mira mi lado de la calle y voy más abajo que nunca, todo esta oscuro, mi vida y mi mente. Cuanto daría por un consejo más, por otro abrazo de esos que, juntaban
todos mis tornillos sueltos. Los cristales rotos de mi alma nunca parecían lastimarla y se limit que no me enseñaste a hacer sola y en las que ahora te necesito Mi vida se volvió a eso, a mis principios, a empezar de cero, a ser mi propio pilar y sostén, a contenerme sola, a abrazarme sola y llorar sola. En cuanto a lo otro, lo entiendo, yo tampoco me caigo muy bien a mi misma y tampoco tengo ganas de estar conmigo.